Hace cientos de años un compositor quedó atrapado en su obra cumbre: un lugar frío y aparentemente sin ventanas. Ahora que el lector ha llegado hasta aquí, después de mucho, el hombre redescubre la luz, la salida. No sabe cómo actuar, ha pasado tanto tiempo. Quiere decir gracias, pero no se atreve. Opta, finalmente, por irse al rincón, ya no le importa salir. A su edad, en lo único que piensa es en su muerte, que sucederá cuando el lector cambie de página.
FIN
Felcito a Abad por su lograda plasticidad.
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