Buscar en este blog:

Bienvenidos... Recomendación de esta semana Los esclavos, de Jacques Sternberg

lunes, 1 de enero de 2018

Tierra en los ojos - Patricia Esteban Erlés

Y de repente mi hermana Leonor se incorporó dentro de su ataúd y me apretó el antebrazo. Lloré de felicidad, pensé que después de todo Dios había atendido mis plegarias y su muerte no había sido más que una pesadilla. Pero entonces ella soltó una carcajada de ultratumba y dijo todo aquello de que llevaba diez años acostándose con mi marido en mis narices, sin que yo me enterara de nada porque era tonta perdida. Luego volvió a morirse y yo me pasé el resto del velorio con los ojos secos y su mano entre las mías, clavándole el filo de una llave en la palma hasta que cerraron el féretro.


                                                                   FIN

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Bienvenida/o. Gracias por comentar.